miércoles, 21 de enero de 2009
The wings of desire
Los hombres se sienten solos porque piensan que sus pensamientos son únicos y nadie salvo ellos mismos puede escucharlos. La soledad es la de una interioridad individual que sólo podría rendir cuentas a Dios, si es que existe. Y si no ... a nadie.
Pero ¿qué ocurriría si la cárcel de los pensamientos no fuera inexpugnable? ¿Qué pensaría Dios o los ángeles? Para ellos no existe el tiempo ni la piel y pensamiento y palabra son lo mismo.
Si pudieramos ver los pensamientos de la gente, quizá comprobaríamos que no son tan distintos los de unos y otros craneos. Que el sentimiento de soledad es paradójicamente común y hace a los hombres iguales, pues todos creen igualmente ser únicos.
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